River Plate se quedó con la primera contienda de Copa Libertadores en su fase de octavos de final, venció con lo justo 1 - ante su clásico Boca Juniors en el estadio Monumental, Así, River le sacó el invicto que ostentaba Boca Juniors de 18 partidos oficiales. El equipo de Rodolfo Arruabarrena quebró así una seguidilla de quince triunfos y tres empates, con 41 goles a favor y 7 en contra.
El gol llegó sobre el epílogo del encuentro a través de Carlos Sánchez marcó un gol de penal a los 36 minutos del segundo tiempo, para el único tanto que dio a los Millonarios la primera victoria en este duelo de Libertadores.
ESPN: El árbitro del cotejo fue Germán Delfino quien expulsó al delantero colombiano Teófilo Gutiérrez a los 43 minutos del segundo tiempo.
El 'Millonario' logró una victoria vital ante el clásico rival, jugó mejor y se recuperó luego de varios tropezones en el Campeonato de Primera División y en la Copa Libertadores, donde ingresó a octavos como el peor segundo.
En el primer tiempo, River jugó mejor que Boca con Leonardo Ponzio como figura, eje y voz cantante en el campo de juego. El ex volante de Zaragoza encabezó cada uno de los ataques de River que encontró a Boca flojo en la marca e impreciso con la pelota.
Luego de los minutos iniciales donde se disiparon los temores lógicos por lo disputado, River capitalizó el dominio de la pelota porque Ponzio y Matías Kranevitter se hicieron dueños del mediocampo y Boca sufría el despligue irregular de una de sus figuras, Fernando Gago.
El partido fue friccionado por momentos, lo cual obligó al árbitro Germán Delfino a estar más atento que de costumbre, pero River, con presión en la salida de Boca, fue el que encontró espacios, en especial desde el sector derecho de la defensa 'xeneize'. Leandro Marín no dio garantías desde su puesto y Sebastián Driussi y Leonel Vangioni aprovecharon sus falencias para generar ataque.
El equipo de Gallardo tuvo las situaciones más peligrosas de la primera etapa con el remate desde el sector derecho de Rodrigo Mora que Teófilo Gutiérrez no alcanzó a empujar (10min), el cabezazo del delantero colombiano a las manos del arquero Agustín Orión (25min) y el mano a mano que tapó el ex San Lorenzo (27min).
Para colmo, Boca sufrió la lesión de Daniel Díaz (a los minutos salió mcon un traumatismo en el hombro izquierdo), su capitán, y en su lugar ingresó Guillermo Burdisso, que tuvo una aceptable labor.
Sin embargo, River no fue eficaz, como le sucedió en la final perdida en la Supercopa ante Huracán y el domingo pasado en la derrota 2-0 ante Boca en La Bombonera, y se fue al descanso sin la merecida apertura del marcador.
El segundo tiempo comenzó distinto porque Boca ajustó marcas y precisión en el traslado de la pelota, mostró y actitud, y River fue todo lo contrario; entró "dormido" como generalmente dicen los protagonistas.
Los de Arruabarrena estuvieron muy cerca del gol a los 15 segundos, con el mano a mano que Barovero le ganó a Jonathan Calleri y antes del minuto, Nicolás Colazo aprovechó un rebote de la defensa de River y ejecutó un fuerte remate en la puerta del área que se fue cerca del ángulo superior izquierdo.
River, que a los 6 minutos tuvo el gol con un remate débil de Sánchez ante Orión, tomó nota y una vez más, Ponzio apareció para nivelar el juego que se hizo entretenido, con la sensación que cualquiera de los dos estaba en condiciones de marcar el primer tanto.
A su vez, el encuentro entró en la fricción y Germán Delfino no juzgó con severidad dos acciones: cuando Funes Mori le propinó un 'planchazo' a Pablo Pérez y Sánchez le pegó con la mano en la cabeza a Gago.
Pero cuando River la pasaba mal, Marcelo Gallardo dispuso el cambio de Camilo Mayada por Ponzio (la figura del partido), Sánchez pasó al medio y el ingreso de Gonzalo Martínez le permitió al 'Millonario' tener juego por las bandas.
En ese intento fue cuando Martínez aprovechó la "noche negra" de Marín, quien lo engachó en el área y le cometió penal. Delfino no dudó y Sánchez, que pidió la pelota ante las solicitudes de Mora y y Gutiérrez, lo cambió por gol con un remate al ángulo inferior derecho de Orión, que se tiró para el otro lado.
River ganó en confianza y fue por más. A los 41, Gutiérrez, después de un contraataque que encabezó Mora y derivó en Mayada, prefirió pegarle al arco cuando tenía al atacante uruguayo en soledad para definir ante Orión.
A los 43 minutos, Delfino, tal vez para emparejar por los errores cometidos en infracciones anteriores, decidió la expulsión de Gutiérrez, de otra noche regular, por una falta a Burdisso, pero no tuvo la misma determinación con Cubas por reiteración de infracciones.
Sobre el final, tanto River como Boca sintieron cansancio, por la presión del entorno y por la producción en los 90 minutos, pero el equipo de Gallardo terminó más entero, con un resultado favorable porque lo ganó y porque además no le convirtieron goles, un factor que suma mucho en este tipo de definiciones como visitante.
Y para Boca quedó atrás el invicto de 18 partidos que llevaba en este 2015 y además fue el primer partido en que no sumó de a tres puntos ni anotó en esta Copa Libertadores. La revancha de estos octavos de final tendrá lugar el próximo jueves, en La Bombonera.
El gol llegó sobre el epílogo del encuentro a través de Carlos Sánchez marcó un gol de penal a los 36 minutos del segundo tiempo, para el único tanto que dio a los Millonarios la primera victoria en este duelo de Libertadores.
ESPN: El árbitro del cotejo fue Germán Delfino quien expulsó al delantero colombiano Teófilo Gutiérrez a los 43 minutos del segundo tiempo.
El 'Millonario' logró una victoria vital ante el clásico rival, jugó mejor y se recuperó luego de varios tropezones en el Campeonato de Primera División y en la Copa Libertadores, donde ingresó a octavos como el peor segundo.
En el primer tiempo, River jugó mejor que Boca con Leonardo Ponzio como figura, eje y voz cantante en el campo de juego. El ex volante de Zaragoza encabezó cada uno de los ataques de River que encontró a Boca flojo en la marca e impreciso con la pelota.
Luego de los minutos iniciales donde se disiparon los temores lógicos por lo disputado, River capitalizó el dominio de la pelota porque Ponzio y Matías Kranevitter se hicieron dueños del mediocampo y Boca sufría el despligue irregular de una de sus figuras, Fernando Gago.
El partido fue friccionado por momentos, lo cual obligó al árbitro Germán Delfino a estar más atento que de costumbre, pero River, con presión en la salida de Boca, fue el que encontró espacios, en especial desde el sector derecho de la defensa 'xeneize'. Leandro Marín no dio garantías desde su puesto y Sebastián Driussi y Leonel Vangioni aprovecharon sus falencias para generar ataque.
El equipo de Gallardo tuvo las situaciones más peligrosas de la primera etapa con el remate desde el sector derecho de Rodrigo Mora que Teófilo Gutiérrez no alcanzó a empujar (10min), el cabezazo del delantero colombiano a las manos del arquero Agustín Orión (25min) y el mano a mano que tapó el ex San Lorenzo (27min).
Para colmo, Boca sufrió la lesión de Daniel Díaz (a los minutos salió mcon un traumatismo en el hombro izquierdo), su capitán, y en su lugar ingresó Guillermo Burdisso, que tuvo una aceptable labor.
Sin embargo, River no fue eficaz, como le sucedió en la final perdida en la Supercopa ante Huracán y el domingo pasado en la derrota 2-0 ante Boca en La Bombonera, y se fue al descanso sin la merecida apertura del marcador.
El segundo tiempo comenzó distinto porque Boca ajustó marcas y precisión en el traslado de la pelota, mostró y actitud, y River fue todo lo contrario; entró "dormido" como generalmente dicen los protagonistas.
Los de Arruabarrena estuvieron muy cerca del gol a los 15 segundos, con el mano a mano que Barovero le ganó a Jonathan Calleri y antes del minuto, Nicolás Colazo aprovechó un rebote de la defensa de River y ejecutó un fuerte remate en la puerta del área que se fue cerca del ángulo superior izquierdo.
River, que a los 6 minutos tuvo el gol con un remate débil de Sánchez ante Orión, tomó nota y una vez más, Ponzio apareció para nivelar el juego que se hizo entretenido, con la sensación que cualquiera de los dos estaba en condiciones de marcar el primer tanto.
A su vez, el encuentro entró en la fricción y Germán Delfino no juzgó con severidad dos acciones: cuando Funes Mori le propinó un 'planchazo' a Pablo Pérez y Sánchez le pegó con la mano en la cabeza a Gago.
Pero cuando River la pasaba mal, Marcelo Gallardo dispuso el cambio de Camilo Mayada por Ponzio (la figura del partido), Sánchez pasó al medio y el ingreso de Gonzalo Martínez le permitió al 'Millonario' tener juego por las bandas.
En ese intento fue cuando Martínez aprovechó la "noche negra" de Marín, quien lo engachó en el área y le cometió penal. Delfino no dudó y Sánchez, que pidió la pelota ante las solicitudes de Mora y y Gutiérrez, lo cambió por gol con un remate al ángulo inferior derecho de Orión, que se tiró para el otro lado.
River ganó en confianza y fue por más. A los 41, Gutiérrez, después de un contraataque que encabezó Mora y derivó en Mayada, prefirió pegarle al arco cuando tenía al atacante uruguayo en soledad para definir ante Orión.
A los 43 minutos, Delfino, tal vez para emparejar por los errores cometidos en infracciones anteriores, decidió la expulsión de Gutiérrez, de otra noche regular, por una falta a Burdisso, pero no tuvo la misma determinación con Cubas por reiteración de infracciones.
Sobre el final, tanto River como Boca sintieron cansancio, por la presión del entorno y por la producción en los 90 minutos, pero el equipo de Gallardo terminó más entero, con un resultado favorable porque lo ganó y porque además no le convirtieron goles, un factor que suma mucho en este tipo de definiciones como visitante.
Y para Boca quedó atrás el invicto de 18 partidos que llevaba en este 2015 y además fue el primer partido en que no sumó de a tres puntos ni anotó en esta Copa Libertadores. La revancha de estos octavos de final tendrá lugar el próximo jueves, en La Bombonera.
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