ABCDigital: (Antonia Delvalle C., corresponsal). Más de 800 alumnos del 2º al 6º grados de diferentes departamentos del país fueron convocados simultáneamente a la final de la Olimpiada Infantil de Matemática 2015, que organiza Omapa (Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos) tras haber superado tres rondas anteriores durante el año lectivo.
El colegio Dante Alighieri fue la sede para Capital y el departamento Central, donde hubo desborde de emociones durante la entrega de medallas de oro, plata y bronce a unos 300 estudiantes.
Los finalistas resolvieron seis problemas matemáticos, en 120 minutos, para determinar su posición final, a nivel país. Para el efecto, estuvieron habilitadas otras sedes en Encarnación, Paraguarí, Hernandarias, Yhû, Caaguazú y Loma Plata, en donde compitieron 350 estudiantes.
Encarnación tuvo por sede al colegio Girasoles; en Paraguarí, se realizó la competencia en la Facultad de Ciencias Económicas - UNA (filial Paraguarí); en Hernandarias, la sede fue el Colegio Angloamericano; en Yhû, Caaguazú, la escuela Básica 58 Don Luis Rolando Melgarejo fue sede del encuentro y la sexta sede que correspondió a la zona del Chaco fue en Loma Plata, en el colegio secundario del mismo nombre.
Colegios campeones
Como cada año, se premió a los colegios campeones y vicecampeones, lo que se determina con base en la suma de puntaje total que lograron sus representantes por cada grado de competición. Los campeones son: Colegio Experimental Paraguay-Brasil- Asunción (categoría Instituciones Públicas); Colegio Inmaculada Concepción-Caaguazú (categoría Instituciones subvencionadas) y Colegio Campoalto - Asunción (categoría Instituciones Privadas).
Los colegios vicecampeones son: Nuestra Señora del Rosario - Villeta (Públicas), Colegio Centro Educativo Cáceres Buscio - Villarrica (subvencionadas) y Virgen de Fátima - Cnel. Bogado (Privadas).
Los estudiantes destacados recibieron medallas de bronce, plata u oro. Previamente habían participado de varias etapas previas de competición y estaban preparados para dar lo mejor de sí. En la sede de Fernando de la Mora pudimos ver lágrimas de emoción tanto de los estudiantes como de sus padres.
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