EXPONER A MENORES EN REDES SOCIALES ES UN PELIGRO INNECESARIO - CAMUS click

Breaking

viernes, 31 de julio de 2015

EXPONER A MENORES EN REDES SOCIALES ES UN PELIGRO INNECESARIO


Exponer a los hijos, sobrinos, nietos o familiares en las redes sociales prácticamente es correr un peligro innecesario, una foto inocente en cualquier plataforma web no sería algo para tener en cuenta. Editar. Compartir. Etiquetar. La foto ya está en la red y cientos, miles de personas podrían acceder a ella desde ese momento.
Las fotos de los hijos de familiares y amigos nos permiten verlos cuando están lejos y suelen ser imágenes tiernas o divertidas, pero mientras unos opinan que hay que tomarse las posibilidades de las redes con naturalidad otros advierten de los peligros que acechan tras un acto tan cotidiano como el que acabamos de describir.
Los riesgos potenciales de exponer la imagen de los menores en redes sociales son tres. “Una vez que las fotos están en sitios no privados de Internet, y sitios no privados son prácticamente todos, pueden ser usadas para usurpar la identidad del protagonista, haciendo creer a otros que es él. Además, alguien puede utilizar las imágenes para acosarte, lo que conocemos como cyberbullying y, por último, pueden darse casos demorphing, la manipulación de la foto y con el fin de usar el rostro del menor superponiéndolo a otra imagen, del tipo que sea, y distribuirla”.
Las anteriores no son situaciones muy frecuentes pero ocurren. Y esta amenaza latente estimula el debate en torno a si es correcto a subir fotos de los menores hasta el punto de generar sentimientos de culpa en algunos progenitores: “Yo subo muchas fotos de mi hija, sobre todo a Instagram. Aunque muchas veces me siento mal por hacerlo, por si piensan que soy una mala madre por exponerla –cuenta Marta, madre de una niña de nueve meses– pero luego pienso que viviendo a 1.000 kilómetros de distancia y sin que casi ninguna de mis amigas ni mi familia la puedan ver, pues también sirve para que le sigan la pista y la conozcan.
Para otros, sin embargo, el asunto está claro. Fotos de menores en redes sociales "no" y sin excepciones. Es lo que opina Ana, madre de una niña de 7 años cuando dice: “Un no rotundo. Debemos protegerlos al cien por cien. No son monos de feria que exponer y los riesgos son más que la alegría que provocan en los amigos o la familia por ver una foto. Estoy especialmente sensibilizada y quizá vea fantasmas donde no los hay pero no quiero facilitar el trabajo a degenerados a través de fotos de mi hija y publicar su imagen me parece exponerla en un mercado”.

Al igual que ocurre con las fotos de los adultos los expertos hablan de emplear el sentido común en lugar de ponerse taxativos con las decisiones sobre imágenes y menores. Si los valores que se transmiten no son negativos, la foto no tiene por qué serlo, “una cosa sería publicar que su hijo ha sido el ganador de un concurso, que en principio puede ser algo positivo, y otra que aparezca un menor manipulando un arma de fuego o conduciendo un coche", indica Marisol Ramoneda, psicóloga especializada en el ámbito familiar y colaboradora de la Asociación Pro Defensa del Menor
. Y aconseja: “Hay que ponerse en el lugar del menor antes de actuar de manera impulsiva para evitar que los chavales crezcan y sientan que han sido expuestos por sus padres a situaciones que no son de su agrado".
Entre la paranoia y la sobreexposición está la prudencia. Y debemos usarla al admitir que todavía no sabemos con seguridad las consecuencias de lo que subimos a la red ni somos del todo conscientes del rastro que dejamos por lo que hay que prevenir a la prole de apuros futuros. “Quizá lo más práctico es pensar que cuando cuelgue una foto en internet esa fotografía podría verla todo el mundo. Antes de subirla debes estar seguro de esa foto que ti mismo, si eres un adolescente, o tu hijo o tu hija, si eres progenitor, puede estar circulando por internet toda tu vida y tus futuros jefes, tu futura pareja, tus futuros hijos lleguen a verla”,
Pero la precaución de los padres no es la única garantía para proteger a los niños. A pesar de que, a medida que crecen reciben información sobre el buen uso de su imagen en la red, siguen indefensos ante el que se está convirtiendo en la mayor de las amenazas
Los padres tienen la última palabra para amparar a sus hijos ante los frenéticos cambios de la red hasta los 14 años, momento en el que pueden empezar a decidir por ellos mismos dentro de los límites familiares.
Fuente: Diario El País

No hay comentarios:

Publicar un comentario